VIERNES 31 DE OCTUBRE A LAS 21:00
BALLET DE KIEV,
Director, Viktor Ishchuk
Solistas
Elena Germanovich, Evhen Lagunov, Yevhen Svetlitsa , Veranika
Auchynnikava
LA BELLA DURMIENTE, ballet en cuatro
actos con prólogo.
MÚSICA Piotr Tchaikovsky LIBRETO Charles Perrault, versión de los Hermanos
Grimm
COREOGRAFÍA Marius Petipa
Acto 1: El Bautizo Real (o cuando la cosa ya empieza torcida)
En el reino de los sueños y las coronas brillantes, el Rey
Florestán y la Reina celebran el nacimiento de su hija, la princesa Aurora.
Invitan a todo el mundo a la fiesta, desde la panadera hasta las hadas mágicas.
Todo va de maravilla: hay pastel, música y, claro, regalos. Las hadas buenas
aparecen con sus bendiciones y le dan a Aurora todo lo que cualquier princesa
necesita: belleza, gracia, alegría…
Pero, alguien olvida enviarle la invitación a la hada más
rencorosa de todas: Carabosse, la reina de los dramas. Ella llega furiosa (aunque fabulosa,
porque malvada sí, pero con estilo), y en lugar de una bendición, suelta una
maldición: “Cuando Aurora cumpla 16 años y se pinche con una aguja, ¡zas!
Dormirá profundamente para siempre.” El hada bondadosa Lila, que siempre lleva un plan B en su
varita, suaviza el desastre: “Vale, dormirá, pero solo hasta que un príncipe
guapo le dé un beso de amor verdadero. ¡Aguja neutralizada, gente!”
Acto 2: El Pinchazo Fatal
(Aurora y la aguja del destino)
Es el cumpleaños número 16 de
Aurora, y el castillo está de fiesta otra vez. La princesa, hermosa y dulce,
baila con sus pretendientes, aunque no parece muy impresionada. (Aurora sabe
que es la protagonista de este cuento, y quiere algo más épico). Todo es risas
y piruetas hasta que aparece una misteriosa anciana con una rueca. Aurora,
inocente como una flor, decide probarla. ¿El resultado? ¡PINCHAZO!. Tal como predijo Carabosse, Aurora
cae dormida en el acto. El Rey y la Reina, en pánico total, no saben qué hacer.
Por suerte, el hada Lila aparece con su magia y dice: “No se preocupen, vamos a
hacer que todo el castillo duerma junto con Aurora. Así no se siente sola
cuando despierte.” Y con un movimiento de varita, todo queda en pausa.
Acto 3: El Príncipe en Acción
(o cómo salvar a una princesa con estilo)
Cien años después, el bosque que
rodea el castillo está más salvaje que nunca. Entra en escena el príncipe Desiré, un tipo guapo, valiente y un poco
aburrido de la vida de caza y banquetes. El hada Lila lo encuentra y le cuenta
la historia de Aurora, mostrándole una visión de la princesa durmiente (porque
nada dice “destino” como un tráiler mágico). El príncipe, obvio, se enamora al
instante y decide que despertar a Aurora es justo lo que necesita para romper
la monotonía. Con ayuda de Lila, Desiré llega al castillo y enfrenta a
Carabosse en una épica batalla. Después de derrotarla (spoiler: el bien siempre
gana), se abre camino hasta Aurora. Con un beso que sería digno de cualquier
comedia romántica, rompe la maldición. Aurora despierta, y con ella, todo el
castillo.
Acto 4: La Gran Fiesta
(bailes, boda y felices para siempre)
Para celebrar que Aurora está despierta, el reino organiza una boda real
espectacular. Todo el mundo viene a la fiesta, incluidos los personajes de
cuentos vecinos como Caperucita Roja y el Gato con Botas, que se lucen en el
baile. Aurora y Desiré están más enamorados que nunca, y todo termina con una
escena gloriosa donde la pareja baila su gran adagio.
Así, con piruetas, aplausos y magia,
la Bella Durmiente nos deja con un mensaje claro: si te cruzas con un hada
vengativa, asegúrate de invitarla a la fiesta.
Y colorín colorado, este
cuento eterno, lleno de magia y belleza, que siempre vivirá en nuestros
corazones, se ha terminado.